Ahí está él, tan perfecto, de pie, con una flor en la mano, ¿lo podéis creer? ¡Una flor para mí! Me hace tan feliz, me estoy sonrojando, espero él que no lo note, ojalá que no pase lo de siempre. Seguro que no pasará. No, no, no la cabeza no, ya está, otra vez, crece y crece. Seguro que parezco un tomate gigante.
-Eres perfecta –dijo-.
-¿Yo? Pero mira mi cabeza… -dije-.
Se giró, me miró y me dijo:
-No me importa, para mi eres perf… *Boom*
2 Responses to Cabeza de tomate