Cuando llego toda mi familia empezamos a hacer las camas. Yo me había elegido la misma de siempre en la planta de arriba la cama de en medio. A mi derecha estaba la cama de mis tíos y a la izquierda mis padres. En la segunda habitación de la planta de arriba se quedaron mis tíos, mi prima y el novio. Y por ultimo en la planta de abajo mis abuelos, mis otros tíos y mi bisabuela. En esa casa había más gente que en el camarote de los hermanos Marx y eso que aun falta parte de la familia que no se había venido a quedar.
Llego la hora de la cena. En lo que se hacían los perritos calientes y las hamburguesas por otro lado se freían las papas. Y en el patio de fuera se estaba montando la campaña del ejercito, como me gusta llamarla. Colocamos unos toldos, la luz y sacamos mesas y sillas. Mientras esperamos a que la comida se hiciera sacábamos un picoteo: unas papas de paquete, aceitunas, quesito, embutido, refrescos y, para los grandes cervezas. Cuando la comida esta hecha nos sentamos todos a la mesa y comemos hablando y contando lo que ha pasado en la semana.
Después de cenar pedimos turno para el baño. El baño es pequeñísimo y nos tenemos que lavar los dientes y hacer pis rápido porque somos muchos a la vez. Pero yo siempre soy un poco mas lista y suelo ir la primera. Una vez en la camita esperamos a que estén todos y se apagan luces, se sierran puertas y ventanas, se hace alguna broma y luego a dormir. A mí me cuesta mucho dormirme y no es que no tenga sueño o este incomoda sino que…. ¡TODO EL MUNDO RONCA! He llegado a pensar que superan el número de decibelios de un concierto de Linkin Park, mi grupo de rock preferido. Pero al final tarde o temprano me acabo durmiendo.
A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano. El primero en despertarse es mi tío Ángel, el novio de mi tía Yoli y también Pepe el dueño de la casa y marido de mi tía Maite. De desayunar suele haber de beber: un ColaCao o café con leche, y de comer… aquí voy a necesitar un rato. Puede haber sándwich y bocadillos de muchas formas: de jamón y queso, con mantequilla o cualquier tipo de embutido, incluso a veces con huevo y bacón, y para los más ligeros, con mermelada con una tostada. También hay galletas y cereales. Todo un bufet libre como veis. A veces hay desayunos especiales como: gofres, panes de leche, unos churros caseros que hace mi abuela riquísimos o dulces de la dulcería del pueblo, muy ricos por cierto. Mi preferido es el suspiro gigante Mmmmm…..
Y después del desayuno está todo listo para un gran día.
Continuara…
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