Daily Archives: 17 abril, 2013

La mejor.

Y de repente algo ocurre. Algo en algún lugar de él, cambia. Ahora, la realidad en la que vivía, donde todo era de color gris y a veces incluso negro, da un giro completo y, poco a poco, empieza a llenarse de colores, colores que incluso él desconocía. Colores que ella, sin saberlo, le enseñó. De repente, se dio cuenta de que la quería más de lo que él pensaba y mucho más de lo que ella sabía. Un instante, sólo un instante bastó para darse cuenta de que quizás ya nada volvería a ser lo mismo. De que era distinta a las demás, de que con ella podía hablar de cualquier cosa. De que ahora la quería más que nunca. Que quizás en esta historia de dos, no sólo jugó un corazón.
Llegaron las dudas, el miedo al rechazo o quizás, a quererla demasiado.
Los celos sufridos en silencio, el querer contarle todo lo que siente y no saber cómo hacerlo, porque simplemente no lo sabe o no quiere saberlo.
Un niño, que creía haber perdido lo que más quería sólo por intentar no perderlo.
Dos enamorados que no supieron entenderse.
Una historia de amor, la mejor historia de amor jamás contada.

¿Perfecto? Solo tú.

Perfecto, así era mi mundo cuando a tu lado estaba.

El tiempo pasa y, sin percatarnos, ciertas personas se van de su mano. Tú fuiste la persona que amé y volvería a amar. Me hacías sentir única y especial, como nadie había logrado jamás. Eras todo lo que pedía, lo que hacía falta en mi vida. Solo tenías que fijarte en el brillo de mis ojos para saber lo mucho que te amaba y te necesitaba. Te pido disculpas por si alguna vez te fallé y no te aprecié como realmente merecías. Tu amor me cegaba de tal manera que en ocasiones no sabía ni lo que hacía.

Perfecto, así eras tú de la cabeza a los pies.

Pero la felicidad no siempre es duradera. A veces nos arrebatan sin razón lo más preciado que poseemos. Es injusto: de la persona que más amaba solo conservo las cenizas empapadas por las dolorosas lágrimas que vierten mis ojos. Esos ojos ya sin brillo, sin corazón, sin vida. Te fuiste. Ya no me quedan fuerzas ni para disimular el profundo vacío que has dejado en mí. Tu ausencia me estorba, tus recuerdos me hacen daño y esos besos que tanto añoro, se esfumaron.

Perfecto, así fue el tiempo que pasé contigo.

Solo pido que no te olvides de lo que tuvimos, tenemos y tendremos, pues la química la perdimos pero jamás la historia perderemos. Todo lo bueno dura lo suficiente como para convertirse en inolvidable. Y lo nuestro es algo que, por más que el tiempo pase, nunca se aferrará a él, sino que perdurará en mi ser. En esta carta que te escribo, de no más de un minuto, no creas que digo todo lo que siento por ti, pues es imposible que tantos sentimientos quepan aquí. Te necesito tanto que dudo poder sobrevivir sin tu amor, espérame, por favor. Me cuesta demasiado entender que se acabó. Que este amor ya terminó.

¿Perfecto? Solo tú.

64297

Y llegó el momento en el que me di cuenta de todo el tiempo que he perdido. De que todos los pasos que he dado para llegar a donde estoy no han servido para nada. Los caminos se separan y quizás sea hora de poner un punto final. Probablemente acabe todo aquí, en silencio, susurrando un te quiero cada noche a la almohada que lleva tu nombre, escuchando tu canción hasta quedarme dormida en el minuto 32.

 Scroll to top