Daily Archives: 26 abril, 2013

El orgullo separa más que la distancia.

Ella como siempre se tragó el orgullo, se armó de valor e hizo caso a sus impulsos, fue a su casa pero no se atrevió a tocar, esperó y esperó en el portal hasta que él salió.

-¿Cómo eres capaz de olvidarme tan rápido? – preguntaron los labios rojos de Isabella temblorosos.

Él simplemente respondió entornando sus ojos verdes en una profunda mirada de odio, celos, dolor y amor; sin motivo aparente alguno.

-¿Qué tal te va con el orgullo? ¿Besa mejor que yo? ¿Qué tal con tus amigos? ¿Sigues haciendo caso a su opinión? – continuó ella aún sabiendo que no recibiría respuesta alguna.

Él miraba con incredulidad a todas partes, y de repente una lágrima resbaló por su mejilla. Ella se quedó anonadada. De repente el cielo se tornó gris y empezó a llover a cantaros. Se quedaron mirando fijamente por horas, sin decir nada, como dos perfectos desconocidos; y finalmente cuando paró de llover, Isabella recogió en un moño su largo pelo dorado le miró y dijo:

-Sigo siendo todo lo que necesitas, pero que no tienes por orgullo. Y lo seguiré siendo.

Stay

El calor de la tarde me recuerda a él.

Tardes de verano, perdiendo el tiempo en cualquier sitio, pero al fin y al cabo, felices. Felices de encontrar a alguien que por fin nos comprendiese y nos hiciese sentir importantes. Amigos con el único objetivo de encontrar en el otro un hombro en el que apoyarse o un beso correspondido.

No podía creerlo. de repente estábamos juntos y abrazándonos. Me sentía especial. La adrenalina corría por mis venas luchando contra mi cuerpo en un intento de huir. El simple roce o contacto con su cuerpo hacían despegar mis pensamientos hacia otro mundo, más allá de lo imaginable. Cuando después de unos instantes nos separamos, y como si de un libro se tratase, pude ver a través de tu mirada sentimientos puros, intensos . La felicidad en ese momento me agarró de la mano, y quiso guiarme hacia senderos nunca vistos hasta entonces. Su rostro dulce y sereno hizo que me encontrara a mi misma, una persona que no conocía hasta entonces. Todo parecía sencillo, y la verdad es que lo sigue pareciendo hasta ahora.

El tiempo pasa demasiado deprisa cuando estoy junto a ti, y no es justo, porque todo el tiempo del mundo parece insuficiente para satisfacerme.  Abrázame más fuerte, como si no hubiese un mañana, como si hoy fuese el ultimo día de nuestras vidas. Porque aunque perdamos la esperanza en nosotros, caigamos en el peor de los abismos o nos separen distancias inimaginables, mi corazón siempre será tuyo.

Patricia Quesada Torres.

 

 

El secreto.

En una tarde de verano, en la cual el sol irradiaba luz como nunca antes, me encontraba tumbada en la arena de la playa más hermosa de la isla. Parecía un día normal, hasta que al levantar la vista de la pantalla de mi móvil después de bastante tiempo, en frente a mi se encontraba una ciudad flotando encima del mar. Me acerqué lentamente a observarla de cerca y me percaté de que se podía observar como caían las raíces de los árboles en el aire y también se podían observar algunos ataúdes debajo de la tierra, la verdad es que no me explicaba cómo habría llegado esa ciudad ahí, que aparentaba ser arrancada de algún lugar. Al final decidí intentar escalar para explorarla más de cerca, la curiosidad pudo con mi miedo. Comencé a escalar por las raíces de los árboles, cuánto más escalaba más lejos me encontraba de la ciudad, después de unas dos horas escalando el cansancio se apoderó de mi y me quedé dormida, así que inconscientemente me solté de las raíces y caí. Cuando desperté, me encontraba sorprendentemente en la ciudad en la que se podían presenciar miles de colores, algunos desconocidos para mí hasta entonces y un anciano de pelo blanco como la nieve y de tez pálida permanecía sentado a mi lado.
– Bienvenida, Sol.
+ Ehh… ¿ Y usted quién es ?
– Me llamo Oriol, soy el dueño del lugar en donde vives. Nosotros los de aquí arriba, somos los que le damos color a tu hogar, La Tierra. Un grupo de los que viven aquí se dedican a pintar el césped, las hojas de los árboles, los arbustos y demás de color verde. Otros se encargan de lo que es rojo, otros de lo azul y así con todos los colores. Y yo soy el que les dice cómo hacerlo
+ ¿ De verdad ? ¿ Y cómo es que nadie lo sabe ?
– Lo intentamos mantener en secreto, nos gusta que allí abajo nadie pueda sospecharlo, pero ahora lo sabes tu.
+ Yo no voy a decir nada, lo juro. Podéis confiar en mi.
– La verdad es que no nos fiamos Sol, tienes dos opciones. Puedes quedarte aquí para siempre o puedes permitirnos borrarte de la memoria todo lo que ha pasado.
+ Me quedo aquí, no tengo nada mejor allá abajo.
– Pues que así sea.

Opinión del vídeo de las bolsas

Creo que el vídeo nos intenta transmitir la sensación de que no necesitamos la tecnología para hacer amistades, quedar ni nada que se le parezca. Es útil, pero no necesario.

Nos estamos acostumbrando a hablar sólo mediante estas máquinas, con lo que cada vez descuidamos más nuestra vida social. Además, resulta triste de ver como dos personas que llevan hablando durante un largo tiempo, se encuentran por la calle  y apenas son capaces de articular palabras coherentes. Pero que, sin embargo, a los 10 minutos hablan sin trabe alguno mediante los móviles o las redes sociales.

Otro problema que veo es que uno no sabe cómo dice la persona que está al otro lado, las frases y expresiones que escribe, lo que lleva a grandes incomprensiones y equivocaciones.

Pero, volviendo al vídeo, en este caso la bolsa actúa como red social o teléfono móvil, y al final del vídeo se aprecia cómo estas dos personas virtualmente enamoradas se encuentran por la calle y apenas pueden gesticular para entenderse, sólo por la vergüenza y la sensación de ridículo.

Es triste, y debería hacernos reflexionar sobre nuestra forma de vida…

 Scroll to top