Después de tanto tiempo, hoy quiero confesarte la verdad. Aún me duele, es verdad… aún, pero lo que más me duele es saber que antes de todo tú, eras mi héroe. Ahora que estoy aquí sentada mientras escribo esta carta o reproche, quiero liberar tantas emociones y sentimientos guardados, desde hace ya tanto tiempo.
No te diré que todo lo que me hiciste estuvo mal, pero tampoco te diré que estuvo bien. Me acuerdo aun cuando me escapé de casa por una discusión, no quería saber nada de ti la verdad ni si quiera iba a volver , ya sabes que tengo coraje para eso y mucho más, pero tu como siempre tan desafiante, me cogiste por un brazo y me arreaste el mayor cachetón que pudo existir en la vida , luego mientras yo gritaba ¡Por favor no!, fuiste a alguien que me quiere como si nunca hubiese salido el sol, y tan solo por defenderme recibió el golpe más seco, doloroso e inquietante que mis pupilas han podido ver. Mi cerebro no lo pudo asimilar… y mi corazón lloraba de dolor.
Eso no es solo una de las cosas que más odio, también decías siempre “limpia esto y lo otro” o “¡no haces nada!”. Quiero que sepas, que tú no haces las cosas perfectas y a pesar de ello sueles creer que no tienes ni un solo error, ¡Te equivocas! , estas lleno de errores no creas que eres el mejor mira a tu alrededor todos somos como tú ¡Y tú como todos!
Además de todo lo que nos hiciste a él y a mí, todavía no puedo olvidar como estabas tan metido en tu mundo de “la casa”. Eso era y es todo para ti, es como la cocaína que no puedes dejar, es parte de ti, es tu “obsesión”. Duele ver a una madre luchando por ti y que tú le hayas rechazado, humillado y sobre todo aplastado, me arrepiento de haberle hecho eso a mi verdadera heroína, la mejor, mi madre… Tantas veces luche contra ella solo por ti, y tú la bestia más horripilante que ha existido tuviste la fuerza como para rechazarme en aquel día tan importante. Después de no hablar con tu hija 6 meses seguidos, llega el día que todo hijo espera para hacer algo especial a alguien como tú, y me rechazas ¡No tienes perdón! Eso fue la gota que colmó el vaso, ahora estoy en una situación que por tu culpa, mi niña interior no puede para de llorar solo por el daño que has causado a todos aquellos que te han amado, no le deseo el mal a nadie pero recuerda: “Dios pone a cada uno en su lugar, mejor tarde que nunca”.
Por si no te diste cuenta, no puse tu nombre en este reproche ¡Sí, esto es un reproche y me atrevo a decírtelo! No lo puse porque eres un innombrable para todos, nunca te daré aquellas cartas pidiendo perdón, no te lo mereces. Piensa que has perdido una hija, ¿Pero a cuantos has perdido ya?