Sólo al soñar tenemos libertad

Yo creía que vivía en un sueño, pero tú, tú eres real.

Y nuestro querido soñador, se despertó de su sueño, se sentó sobre un lateral de la cama apoyando sus pies descalzos en el frío suelo, dándole un sobrecogedor deja-vu espectral.

Sin más entretenimientos miró al frente, una ventana casi abierta le llamaba, estaba a merced de él y sus ojos.

El soñador comenzó a llorar a lágrima viva, gotas que se transformaron en chorros, y chorros que se transformaron en cascadas. Todos impulsados por una triste agonía, el soñador sin decir palabra se levantó de la cama y se acercó a la ventana y se tiró. Nuestro querido amigo, nuestro soñador, había vuelto a su sueño.


Comentarios

2 respuestas a «Sólo al soñar tenemos libertad»

  1. Es un buen trabajo. Incluso fusionaría este texto con el anterior que habla de los sueños también. Los finales se te dan bien, eso no es sencillo: el principio y el final son lo más complejo para un escritor profesional -y aficionado, en formación, etc.-. Este me gusta más porque el otro ahonda en una idea un poco manida, la del hartazgo con la sociedad. Lo interesante es el tratamiento del sueño en tus relatos, casi como si fueran independientes. Claro que esta es la opinión de un profesor-lector. Otros lectores tendrán otras visiones. :yes:

  2. A muchos nos cuesta hacer un buen final, pero este lo es, y bastante. Si echo algo en falta es profundizar un poco en el tema; es decir, independientemente de otros relatos, la imagen que tenemos del sueño es algo que puede llegar a ser más grande. Por otro lado, estaría bien que vigilaras el uso de las pausas y de vez en cuando poner dos puntos «:» o punto y coma «;» (hasta yo me confundo a veces al usarlos, pero son útiles. Bueno, me ha gustado bastante, no sabía que escribías así :-)

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