Es difícil explicar con una sola frase como me siento.
Un «estoy bien» no es adecuado y un «estoy mal» no está a la altura. No me malinterpretes, no pretendo ser filósofa ni decir yo solo siento no sentir nada, porque suena hasta cómico. Es gracioso lo triste de la situación y absurdo a la vez, pero claro, siempre mirando el lado positivo. Por eso, aunque todo acabe, he de admitir que puedes utilizarme de ejemplo. Como un mal ejemplo, quiero decir. Porque, amigo mío, la mala suerte me persigue y ya no me abandona. ¿Qué esta bien? ¿Qué esta mal? ¿A quién le importa en realidad? Hay personas que no tienen idea del poder que pueden tener las palabras pero estoy completamente segura de que tú, tan astuto como eras, siempre encontraras esa manera de calarme en lo mas hondo. Porque solo tú puedes hacerme daño, porque solo tú sabes como.
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