Desde 1º de la ESO estaba con él en la misma clase, pero nunca había notado su presencia.
Hasta que llegó 2 de la ESO, en clase estaban sentados de uno en uno. La profesora la sentó justo detrás de él y ahí, en ese momento empezó todo. Él cada vez se giraba más hacia atrás y ahí empezaron a hablar. Cada día hablaban más, a veces unían sus mesas y se sentaban juntos. El amor empezó a crecer en ella y no hubiera importado si él no hubiera tenido novia en ese momento. Ella sabía que no debía ilusionarse pero lo hizo, él, por su parte le daba ilusiones pero no para hacerle daño, daba ilusiones porque él también las tenía, pero su novia seguía allí.
Todo ese curso fue igual, tenían un feeling especial. Habían abrazos en todo momento, caricias, lágrimas, preocupaciones y hasta algún que otro beso de por medio, pero por desgracia todo acaba y ese curso se acabó y con el todo lo vivido. Ese año se pasó volando y sin duda siempre será uno de sus mejores años en el instituto.
Olvidarlo será difícil y ella lo sabe, pero gracias a esta vivencia, ella aprendió algo más. Aprendió que todo se acaba, que las cosas tienen un fin y que por mucho que quieras algo, no siempre vas a conseguirlo.
Valentina Sepúlveda
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