Háblame del tiempo, de tus caídas, de las farolas que hace tiempo se apagaron sin aviso.
Háblame de tu ser, de tu belleza, de la sonrisa que esclavizas.
Háblame de tu sencillez, de tus cadenas partidas, de los lienzos en los que habitas, de los cuervos dibujados en la oscuridad de tus ojos, de las uñas que clavas en tu rostro sin importarte las heridas que sangran.
Descríbeme tu piel, tus mejillas cocidas por frío, tus labios desencantados y ponientes cazadores de besos.
Destrúyeme con tu aire, degollame con tu aroma, arráncame el corazón con los látigos de tu cabello.
Me derriban tus ríos de histeria acumulada, que me arrastran entre mares oscuros y profundos.
La respiración se va…, Aumenta el placer, descarría la voz de tus llantos, oculta con tus manos mis oídos, acaba con tu perfección, que acaba con todo, con migo.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.