Posts by: KuroNeko

Adiós, Escritura Creativa

Llegó la hora.

No creí que fuera tan pronto, de haber sabido que el taller del año pasado era el ultimo lo habría aprovechado muchísimo mas.

Pero se acabó.
Fue un placer pasar todo el tiempo que pasamos juntos, y creo que se merecen un texto de despedida así que…

¡Hasta siempre y buena suerte!  :panda:

 

Dhanna.

¿Shibas y gatos juntos?

Entré.

Con miedo me quedé mirando todo a mi alrededor, vigilando cada paso que daba. Yo apenas me movía… sentía que solo con pestañear podría estropear cualquier cosa. Él me invitó a sentarme, y tras varios rechazos terminé sentándome en el mullidito y frío sofá.
Ese frío se fue enseguida tras escuchar de nuevo su dulce voz.

  • – Y… ¿ahora que hacemos? – Quien diría que de esa frase saldría una de nuestras tontas bromas.
  • – N-no se.. ¡Es tu casa, hacemos lo que tu quieras! – me sonrojé y me hice la interesante, como quien acaba de decir algo brillante.
  • – Hmmm, pues no tengo ni idea, ¿qué tenías pensado hacer? ¿Para qué quedamos entonces?
  • Esa frase me hizo sospechar que él ya sabía algo de lo que quería aclararle esa tarde, pero no tuve respuesta a esas preguntas. Simplemente vi un libro gordito en sus manos y me lo soltó argumentando que quizás leer contabilidad sería divertido.
    Le miré, sonreí y agarre aquel pesado libro, ojeé sus paginas y me puse a leerlo seriamente. Realmente quería entender lo que ponía, quería pertenecer a su mundo y entenderlo. Pasó el tiempo mientras afuera no paraba de llover.
  • – A que no te estas enterando de nada – rió mientras no sabía que hacer, mirando a todos lados, usando el ordenador, inquieto.
    Se paró delante mía mientras sonreía tiernamente, y yo, sin levantar la cabeza le devolví la sonrisa y dije:
    – Realmente si lo entiendo – levante la mirada, con aire inteligente.
  • – ¿Ah si? A ver, explícamelo – me miró con ironía, y yo, de nuevo, me sonroje y aparte la mirada.
  • – Shh, calla, esto no se explica, esto se aplica.
  • – Bueno, ¿y crees que es divertido o nos ponemos a hacer otra cosa? – rió mientras me quitaba el libro de las manos y lo colocaba en su sitio.
    Permanecí en silencio, deseando que se le ocurriera algo y dejarme llevar por lo que él dictara, pero volvió esa pregunta que tanto me incomodaba, como si yo fuera transparente:
  • – ¿Qué tenias pensado hacer hoy? – esta vez me miró mas seriamente.
  • – Enserio, lo que tu quieras, no me importa
  • – Quieres que nos pongamos a ver vídeos? Puedo conectar el ordenador a la tele y adem…
  • -Si! Me parece bien – le corté mientras sonreía.

Pasamos la tarde entera viendo un vídeo tras otro donde reíamos, cantábamos, nos mirábamos…
Cada 10 minutos que pasaba, entre que cogía el mando, me acomodaba, me tapaba con una manta por el frío que hacía fuera.. cada tonta excusa que encontrábamos nos acercábamos cada vez más.
En un vídeo el cual no presté mucha atención nos atrevimos a rozar un dedo con otro, seguidamente, nos cogimos la mano.
Mi corazón se encogió y empezó a latir muy fuerte, ¡eso era una señal!
Mas tarde… me apoyé en el. No recuerdo como llegué a su hombro, tampoco se de dónde saqué el valor para hacerlo, pero lo hice. Él no se que estaría pensando, pero se apoyó en mi cabeza, y a pesar de la incomoda postura que adoptó, no se movió.

Fueron momentos dulces, tan rápidos y tan llenos de tensión y cariño que una no querría que pasara el tiempo.
No hubieron palabras, no hubieron momentos incómodos, solo sonrisas y calidez.

Miré el reloj que tiene colgado al lado de la tele y me alarmé. Quedaban 15 minutos para que tuviera que volver a la fría soledad de mi habitación y aún no le había dicho todo lo que realmente quería. El seguía poniendo un vídeo tras de otro, así que tuve que pararle, a lo que el respondió mirándome a los ojos y preguntándome preocupado que ocurría.

  • – Me…. – no quería que fuera algo vulgar, quería que fuera especial, pero no sabía que decir y el tiempo se me echaba encima.
  • – Me…….. ya sabes….. – pasaron cinco minutos, ¡solo me quedaban 10!
  • – Si lo se, pero quiero oírlo – sonrió cálidamente, y empecé a sentirme idiota.
  • – Megustasmuchoytodoeso – ¡lo dije! !Lo solté todo de una vez! Lo conseg… ¿¡PE-PERO QUE ESTUPIDEZ ACABO DE DECIR!?
    Rápidamente cogí el primer cojín que vi y me tapé la cara, pero el insistió en que no lo hiciera, apartándomelo.
  • – ¿Ya estás mas tranquila? – fue lo único que dijo mientras me abrazaba, dejándome con la duda de si eso era o no un rechazo.
  • No hubo beso, no se dijo nada al respecto, pero me acompaño cogidos de la mano hasta la parada de guaguas, y nos dimos un abrazo de despedida.
  • En ese momento ninguno de los dos pudo imaginar lo mucho que van a llegar a amarse.

El viaje sin retorno

Había llegado el día.

Sentada en el suelo del baño agarra la hojilla con decisión. Las caras de sus amigos y familiares invaden su mente uno por uno, pero aun así ella estaba decidida a proseguir. Empezó a pasar la hojilla por su fina piel, dejando una marca no muy agradable.
Sus padres, sus amigos… realmente no tenía a nadie y ella lo sabía. ¿No se había acostumbrado ya a sentir soledad? Bueno, sus muñecas no dicen lo mismo.
– »Nadie lo notará» – pensó mientras caía una lagrima más por su ya mojada mejilla. Acto seguido apretó con mas fuerza la hojilla.
La gente que pasaba por su mente tenía caras de terror, angustia… incluso había quienes estaban en shock. Aun así ninguno lloraba. Ella veía así a quienes un día pudo llamar amigos cuando se enteraban del por qué no la verían nunca más.

Siguió apretando, haciendo un ultimo esfuerzo, hasta que al final consiguió su objetivo. Se dejó caer, descansando mientras esperaba que el tiempo acabara con el trabajo que ella misma había empezado.
– »Mi madre esta en casa y no se ha ni enterado, irónico, ¿no?… bueno, adiós mamá…»
Su pequeño gato, triste por la expresión de su dueña y preocupado el color carmesí que cubría el suelo, se recostó sobre su abdomen, deseándole un buen viaje sin vuelta atrás.
Ella, con una leve sonrisa de alivio, se marchó para no regresar.

 

Escritura Creativa

 

 

IES Isabel de España

Doges y gatos… ¿es posible? (Parte 1)

Frío, mucho frío. Dios, probablemente el segundo invierno mas helado que había vivido. Pero, ¿por qué no sentía ese frío? Lo sabia perfectamente pero, preferí hacerme la loca y negarmelo…
Le conocía de antes y no había sentido tanta calidez… ¿qué había cambiado? ¿Por qué ahora sentía su calor? Eso si que no lo sabía… pero era feliz en esa ignorancia, tampoco tenía mucha relevancia, porque lo importante era lo que estaba sintiendo, ese calor que había olvidado que existía en las personas.
Sintiendo aquel frío del lugar me acerqué, tímida, temerosa al rechazo. Lentamente fui recostando mi cabeza en su hombro y pareció que lo aceptó, incluso cuidaba de que el viento no me congelara. Después de esa tarde llena de un agridulce sabor, entre a dulce amor y amargo rechazo inconsciente volví a casa confusa, pensando qué me había hecho sentirme así. Después de tanto frío, algo empezó a descongelar por dentro el hielo que había estado empeorando mis heridas.

Recapacité y llegué a la conclusión que negarlo no me serviría de nada, mi corazón había empezado a latir por el. Pedí consejo urgente, estaba aterrada, no sabia como actuar, si hablar le molestaría.

»Soy una acosadora»     »Oh dios, creerá que estoy loca»     »No me quiere, eso seguro…»

Días intensos llenos de emociones confusas y de presiones de compañeros que me confundieron aun más…
»Vamos, que vas a perder, díselo…» Read More…

Mentiras, lágrimas y dolor.

Angustia y soledad. Hace años la soledad era parte de mi, se había convertido en mi única emoción, en mi única amiga. Día tras día ella consumía todo mi ser, todas mis ilusiones, todas mis esperanzas, no aguantaba más, necesitaba sentir el calor de un amor, la felicidad de una amistad, la paz de una vida tranquila…

Cuando ya no pude más y suplique un cambio en mi vida, supliqué sentir esa felicidad, esa paz, ese calor, algo que sacara esa soledad y esa angustia de mi vida … y lo conseguí, conocí gente maravillosa que me hizo sentir lo que necesitaba sentir.
Ya no estaba presente mi angustia y no estaba sola, tenia amigos que me querían y me valoraban más que a nadie en el mundo y yo los apreciaba de la misma manera, o eso creí. Realmente había vivido un año de mentiras, engaños y traiciones, toda su amistad había sido una mentira, fruto de un dolor incomprendido que no fue aclarado.
Creí haber escapado de la soledad, creí haber eliminado mi angustia pero realmente estaban conmigo día tras día. Ahora entiendo por que me sentía mal a veces y por que tenía pequeñas depresiones sin sentido.

Me habían mentido, no eran realmente quienes decían ser… ¿Por qué? Yo no hice nada malo… solo quería buscar el calor, la felicidad y la paz… compartirlo con todos… ¿QUE OS HICE? DECIDME.

Angustia y soledad, dos emociones que han vuelto a mi, o mejor dicho, han dejado de esconderse para empapar mis mejillas y adueñarse de mi alma, dejando un cuerpo inerte, sin calor,

de nuevo.

Att. El dolor que vive en el interior de una pequeña alma en pena.

 

IES Isabel de España

 

La brecha más profunda

Frío, soledad y oscuridad. La calle era solitaria y en tinieblas, aislada de la gran ciudad. En esta noche el coche rojo, desgastado por el sol se adentra en dicha calle y aparca frente a la casa mas fría del lugar, la de él.
El frío que hacía esa noche aumentaría en su corazón cuando la pequeña supiera la verdad, cuando experimentara emociones demasiado duras para su edad.

– Vamos, toca el timbre, ¿a que esperas?

La persona que ya había pasado por estas experiencias varias veces sonrió irónicamente, sin ser consciente de que en ese momento una gran brecha se formaría en el corazón de su pequeña aprendiz.
Al ver que la pequeña no llegaba al timbre decidió tocar y ,automáticamente, la pequeña dio dos pasos hacia atrás, para poder observar si él se asomaba.
Así fue, él se asomó, la vio, y la pequeña sonrió llena de emoción.

-¡Mamá mamá, está, te lo dije, él me quiere y se va a quedar conmigo!

Media hora pasó y él no abrió. El frió empezó a apretar en la puerta de aquel edificio blanco, el edificio mas frió de la ciudad. La pequeña abrió los ojos y supo la verdad, y una brecha se abrió en su memoria, corazón y mente. Sabía que este día nunca sería olvidado y quedaría en lo mas profundo de ella para renacer 13 años después, cuando le volvió a ver, cuando él quiso volver y pedir perdón.

La pequeña que en ese entonces tenía 2 años de edad lloró una hora sin parar hasta entender que su vida no seria igual que la de otros niños.
La pequeña, que ahora tiene 17 ha perdonado a la persona que creó esa brecha y recuerda este pequeño-gran momento para olvidarlo y dejarlo ir…

…pero no lo hará nunca.

Frío, soledad y oscuridad, tres emociones que una niña de 2 años no debió sentir jamás.

 

Relato de un recuerdo que pidió Julio

 

IES Isabel de España

La locura más sombría

El mundo, tal y como lo veo es una locura.

Estoy fuera pero dentro, encerrada aunque vea el cielo. Pueda que no tenga deberes pero tampoco derechos ni placeres que vivir. Vivo sufriendo, sufro viviendo, siempre lo mismo, lo mismo siempre.
¿Cómo acabé aquí? No lo recuerdo pero me sabe a traición. Traición traicionera de gélido corazón, un recuerdo que se siente tan frío como este lugar. Asco me da saborear este ácido recuerdo que aunque se desvanezca se que volverá, para recordarme que esto es la realidad, mi realidad.

 

Polaroid:
Al observarme atrapada en el patio del instituto.

 

IES Isabel de España

El Pequeño

¿Qué soy realmente?

El pequeño no sabía responder a esa insignificante pregunta, era su sueño y queria desesperadamente buscar la respuesta. Era inquieto y si se lo proponía lo buscaría con todas sus energías hasta que encontrara la respuesta… y así fue.
Inmediatamente y sin preparar nada de nada el pequeño embarcó un viaje para descubrir su origen, su realidad. ¿Y qué mejor que empezar desde el principio?

El pequeño que buscaba su realidad regresó a la prehistoria, donde se buscó sin cesar hasta que se encontró. Existía desde el principio de los tiempos… ¿cómo iba a averiguar qué era y de qué estaba hecho?
Aprovechando el viaje se subió a lomos de un gran pterodactilo de grandes dimensiones que parecía bastante amigable y reflexionó mientras este sobrevolaba aquel frondoso paisaje repleto de vida y libertad.
– Si no he podido encontrar la respuesta aquí seguro que no es algo tan fácil de buscar… iré esta vez a observar qué ocurre conmigo, con que se me relaciona y no mi origen… debo saberlo. Read More…

Diferencias hermosas

Marta era conocida por ser una chica muy feliz. Sí, ella también lo creía así. Tenía amigos, unos padres fantásticos, le iba bien en los estudios… se consideraba muy afortunada pero empezó a pensar que tenía un gran defecto.

Al tenerlo toda tan perfecto y en orden en su vida pensó que su deber era sonreír siempre, estar alegre, feliz y transmitirle todo eso a sus amigos, pero no era siempre así. La mayoría de las veces se sentía decaída, sin ilusión por nada, sin animo y lo peor era que no entendía el por qué. Solo quería estar sola, no pensar en nada mas e intentaba fingir esa felicidad que »debía» tener siempre.

Un día encontró un texto en el bloc de notas de su pequeño portátil gris plata que decía así:

» Marta, se como te sientes y entiendo tu frustración al no saber el por que de tu malestar, es por eso que quiero que pienses sobre esto:

Todas, y repito, TODAS  las emociones son importantes, y todas y absolutamente TODAS son hermosas, así que no te obligues a sonreír, no te obligues a estar bien, por que llorar es bello  y ayuda a desahogarse.
Así que tranquilízate y llora, llora felizmente, llora hermosamente. Nunca estarás sola y sabes que tienes amigos maravillosos a tu lado que aunque estés mal estarán a tu lado.»

En ese momento Marta rompió a llorar, sintiéndose identificada pudo desahogarse y comprendió que llorar no solo ayuda a sentirse mejor, también entendio que a veces es bello.

Holstee manifesto: All emotions are beautiful.

(Todos los sentimientos son hermosos)

IES Isabel de España

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