Ha pasado algún tiempo desde la última vez que te pense. Mi pregunta es porqué te pienso si eso solo conlleva mi tormento. No puedo dejar marchar este dolor que me esta quemando, una luz que tu encendiste. Desde aquel momento en que me dejaste paralizada. Y es que ya no me puedo sacar las ultimas palabras que dijiste, no puedo sacarme esas palabras de mi mente. ¿Cómo pudiste dejarme de esa manera? En mi cuerpo, no estas. En mis venas, ya no te siento. Has desaparecido. La sala de exposición de mi alma se ha quedado totalmente vacía. Han robado todas las obras principales y no han dejado más que soledad, mi soledad. Hace unos días que el teléfono sonó. Fue hace unos días cuando oí tu voz. No puedo creer que sea verdad. Te estado buscado tanto, reviso mi móvil siempre en busca de algo tuyo. Estar en una habitación atestada de gente y que ninguna seas tú. Ahora nunca sabré si lo que me contaron era cierto o era solo una mentira tan falsa. Pensaba que envejeceríamos juntos. Nunca tuve ninguna intención respecto a ti, pero no es solo “te echo de menos”, también dueles. Dueles como si mil abejas me atravesaran el corazón. Creo que he empezado a verte. Veo espejismos en el humo y en este instante solo soy capaz de pensar dejadme aquí hasta que me ahogue.
Autor: Yamiley
-
Love me like you do.
http://popplet.com/app/#/2315270
-
Tanka de fuego.
Fuego
brillante, abrasador, activo.
que todo lo consume
allá donde vayas .
No siente, no piensa, no vive.
-
El alma del colgante.
Me detengo delante de la puerta. No sé si estoy preparada para hacerlo ni que espero ver. ¿Qué más puedo perder ahora que no tengo nada? Mi conciencia me ayuda a dar un paso adelante, uno ya de tantos. Su mano atrapa la mía y yo entrelazo mis dedos entre los suyos, sintiéndome así más cerca de él mientras las hojas de los árboles se separaban de sus ramas. Dentro de la habitación solo se siente soledad, oscuridad, tristeza. Noto como el frío me abraza los huesos y me muerde las mejillas, ahora más que nunca me siento sola. Él tocando su guitarra mientras yo leía, o eso aparentaba, porque la verdad era que me encantaba mirarle tan feliz haciendo lo que de verdad le gustaba. Observo minuciosamente el interior de la sala, ningún mueble parecía muy diferente a otro, demasiado antiguos como para considerarlos reliquias. Lo único que destacaba de entre toda la habitación fue un colgante como si estuviera colocado así intencionadamente. La manera en la que su mirada me decía te quiero, antes de besarme, siempre con una sonrisa sincera. Me acerco a recoger el colgante con cuidado. Es precioso, sin duda debería quedar muy bien puesto. Me pase el pelo a un lado y me puse el colgante, hasta entonces no me había fijado en que podía abrirse “Ma raison d’être. Vous êtes et vous seres”. Había una foto mía. De pronto deje de sentir el frío. Cuando se enfadaba conmigo la abrazaba muy fuerte hasta que acabábamos riéndonos. Me doy cuenta por el rabillo del ojo que vuelve a mirarme, su mirada fija en mi hace sentirme una persona afortunada. De todas, ella es la mejor chica que he conocido nunca jamás. La quería. La quiero. De pronto me quedo allí completamente pasmada. Es irónico que por fuera este totalmente paralizada cuando por dentro el corazón me iba a ochocientos ocho pulsaciones. Había visto las memorias de alguien que no era yo…pero me había visto a mi misma en ellos. Y por primera vez desde su muerte le sentí a mi lado, tan fuerte, que lo sentía vivo en mí. Su alma conmigo.
Isabel De España.
-
808 latidos por segundo.
Voy por los pasillos, de clase en clase, los profesores se dan por satisfechos con su materia, aunque sin embargo yo no. Todo es ruido. Gente a mi alrededor todo el rato a todas horas. Agobio. Deberes. Un sin fin de estupideces. La cabeza me da vueltas como si de una noria se tratase. No aguanto ni un segundo mas, voy a explotar…Un momento. Le he visto, sí, le he visto. Me centro él como el eje de mi mundo y doy vueltas en mi noria imaginaria al igual que el planeta gira, ya no me puedo concentrar en nada mas. Dejo de oír ruido. Dejo de pensar. Dejo que mi mente se disperse imaginando las mil formas en las que nos pudiéramos besar. Tengo clase, debería moverme, pero mi cuerpo no reacciona. Mi corazón va a 808 latidos por segundo y solo has pasado a mi lado. Tiemblo tan solo con la sensación de tu movimiento cuando caminas sin más al lado mío. Eres sexy chico.
Ya te has ido, y contigo se va mi mirada. Me doy cuenta de donde estoy. Mi ataque al corazón ya ha parado, y tu has pasado y ni me has mirado. Soy tan idiota. Me gustas mucho demasiado. Vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que llegó tarde. Otra vez he vuelto a perder el tiempo pensando en un posible nosotros sin ser nada. Me pasa a menudo, ya es costumbre en mí… Da igual, es mejor amar que no sentir. -
Hasta pronto.
Hola,
Ya han pasado muchos días desde nuestra pequeña discusión y de aquel accidente. Decirte que te hecho de menos cada día no es nada comparado con el dolor que siento en mi pecho, ni siquiera esa sensación cuando pronuncian tu nombre. Como si me apuñalaran. Una y otra vez.Ya no me queda nada. Cada vez que pienso en ti, mi mente se bloquea sin saber que hacer. Sin saber siquiera que diablos voy a hacer con mi vida.
Hoy amor mío, las estrellas se han caído del cielo y la luna se ha rendido a tus pies. Las rodillas me fallan al ver tu tumba y aún así solo soy capaz de pensar que fue por mi culpa. Ojalá no te hubiese amado. Ojalá estuvieses vivo. A mi lado. Porque de verdad que no puedo seguir con esta mentira que es la vida. Ya no siento nada por nadie. Ni lo sentiré jamás por ningún otro. Por eso, mientras se me escapan las lágrimas, soy incapaz de atraparlas. Estoy sentada en el piso del baño, sintiéndome más pequeñita que nunca. Sintiendo como se me va la vida poco a poco del cuerpo. Cada vez me siento más cerca de ti querido. La sangre corre por mis muñecas, suelto la cuchilla de mis manos. Todo ha acabado. Y mi único pensamiento ahora es que pronto estaré contigo amor. Perdón por haberte amado.