Batman, el caballero oscuro, o Distrito Apache

Sabiendo que no tienen nada en común, he escrito lo de Distrito Apache por tres razones:

  1. Batman es un thriller policíaco con un personaje que es superhéroe.
  2. Me encanta Paul Newman
  3. Fue la primera película de policías que me vino a la mente (y hay muchas buenísimas, unas cuantas del talentoso Clint Eastwood).

¿Qué sucedió en el cine? Que me quedé traspuesto. No dormido, ni siquiera somnoliento. Tan solo sentí que llevaba demasiado tiempo pegado al asiento. Y eso que me había surtido de un enorme refresco. El asunto es que, definitivamente, le sobra metraje a la cinta. Este pensamiento me ha venido, de nuevo, a una semana de haberla visto. Quizás la excesiva lluvia de críticas positivas me había preparado mentalmente para otra cosa.

Me sorprende que muchas críticas aborden la película desde la perspectiva de que la cinta, para ser del género que es, tenga una gran calidad cinematográfica. Y bueno, no es John Ford tampoco. Lo cierto es que el cine es bueno o malo, da igual si es de superhéroes o una comedia negra. Lo importante es que la cinta traspase el foso y llegue a las butacas. Y lo consigue.

Lo consigue porque se ha adaptado a una realidad y se ha alejado del Batman del Gotham clásico. La primera escena es reveladora: podría suceder en una película de Lumet. Y el desarrollo de la trama, con contínuas trampas, acertijos, adivinanzas, hace que el espectador esté pendiente de la siguente escena.

Por si esto no fuera suficiente para una película de superhéroes -por continuar con la frasecita de marras-, Batman cobra una dimensión nueva. Un héroe atormentado con su función, con el sentido de su «trabajo». Y un malo muy malo, un malo impredecible, al que se le ha dado el honor de ser el vértice sobre el que gira toda la cinta. Bien habría podido subtitularse, en vez de El caballero oscuro: Joker.

Él le confiere lo que es y lo que será; Joker navega como un Yago sobre todos los demás, haciendo y deshaciendo. Se convierte así la cinta en una película con nervio, sin riesgos extraordinarios pero valiente, tomando posiciones poco comunes en un género que busca la diversión fácil y agradar al fan.

Para mí, sin embargo, posee diálogos demasiado largos en algunos instantes, como si el director quisiera rizar el rizo y decir: sí, no es cine de autor, pero lo voy a llevar al límite. Estoy seguro que una segunda revisión de la película la hará más amable a mis ojos. Lo que queda claro es que ya es un referente para el género de superhéroes. No va a ser fácil que el público acepte cualquier bodrio como hasta ahora.

Dos últimas cuestiones: primera, me puede explicar alguien qué hace un pedazo de actor como Michael Caine en esta cinta, porque todos tenemos que comer, y la película está lograda, pero… ¿que se aburre de hacer cine o qué? Y dos, me pregunto si a Gary Oldman le han dado Valium en las dos últimas entregas del superhéroe alado porque está tan poco «excitado» que casi no le reconozco. Otro pedazo de actor, pero éste sí que cumple una función más evidente en la cinta como secundario.

Sobre el Autor

Julio

La idea de este blog nació de la pasión por escribir y compartir con otros mis ideas. Me interesa la escritura creativa y la literatura en general, pero también la web 2.0, la educación, la sexualidad... Mi intención, en definitiva, es dar rienda suelta a mis pasiones y conocer las de otros; las tuyas. ¡Un saludo!

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