Café: una necesidad para escribir

Balzac solía beber 50 tazas de café al día. Se despertaba a la 1 del mediodía todos los días y escribía durante siete horas. A las 8 de la tarde se tomaba una siesta de 90 minutos, luego volvía escribir de 9:30 a 4 de la madrugada.

Si no fuera por el café, uno no podría escribir, es decir, uno no podría vivir.

Tan pronto como el café está en tu estómago, hay una conmoción general. Las ideas empiezan a moverse… surgen los símiles, el papel se cubre. El café es tu aliado y escribir deja de ser una lucha.

Honoré de Balzac.

Sobre el Autor

Julio

La idea de este blog nació de la pasión por escribir y compartir con otros mis ideas. Me interesa la escritura creativa y la literatura en general, pero también la web 2.0, la educación, la sexualidad... Mi intención, en definitiva, es dar rienda suelta a mis pasiones y conocer las de otros; las tuyas. ¡Un saludo!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Copyright ©  La ciudad creativa