¿Treintañero y sin casa? Estás soltero
Estaba ayer noche hablando con mi primo sobre mujeres, y no sé si porque nací el 1 y él el 2 del mismo mes, o porque la suma de los dos días es el número de años que le llevo de edad, en «cero coma» segundos nos pusimos de acuerdo.
El caso es que en cuanto hablamos de mujeres la conclusión fue inmediata: si no tienes casa, no tienes novia. Por más dura que sea la cuestión.
Mi primo, de manera muy inteligente, me contaba cómo, en su estancia en la península, independizado, tenía facilidad para ligar. Poseía casa propia, aunque fuera alquilada. En cuanto llegó a Canarias tuvo que volver a casa de sus padres: ahora le preguntan, ya pasados los treinta, de forma sutil o brusca, con quién vive y en qué trabaja (si trabaja). Automáticamente, dice, paso al grupo de los no seleccionables.
Y es que, comentábamos los dos, tener casa y un trabajo estable son requerimientos mínimos para una treintañera. Si ella, por ejemplo, es abogada, tiene coche, da igual que se lo regalara el padre o sea de ella, y vive sola, da igual si alquilada o paga hipoteca, ¿no va a exigir a un chico sus mismos requisitos? Y no tiene que ver con el lado material -que también-, porque eso te llevaría a un error de perspectiva. A ella no le preocupa que tengas dinero o no -habiendo de todo, claro-, sino el hecho de que tengas casa propia y tu trabajo implica que has tenido que esforzarte en conseguirlo. Si ella es ingeniera, ha pasado una carrera, dos entrevistas de trabajo y ahora es jefa de planta, ya tiene que tener suerte el treintañero sin casa propia para que ella se enamore de él por lo que es.
Y luego decíamos, bueno, tenemos nuestras cualidades, está claro, pero teniendo casa propia (aunque sea alquilada) te da una proyección social y un magnetismo irrefrenable -para este tipo de mujeres-. Aquellas que ahora te rechazan porque no posees tu independencia, luego las mirarás por encima del hombro porque, en definitiva, las chicas literalmente se te pegarán.
Contaba yo un caso de una chica que duramos apenas unos meses. Ella, directora de una sucursal de banca. Indicativo: dos días después de comenzar nuestra aventura, me intenta coger de la mano, como si fuéramos una pareja convencional. Y yo la retiro. Un sms y una llamada telefónica fueron su forma de dejar la relación, dos meses después, aproximadamente. Sus razones: que no estaba enamorada. En un momento dado, pensó que no iba a esperar a que concluyera mi camino de emancipación, y que quería ya una relación con un chico con casa propia. Ella disponía de eso, así que la perspectiva no le gustó en cuanto tuvo un momento de frialdad para pensarlo bien. Creo que, si era éste su planteamiento, mucho duramos. Reconozco que, aparte de que era una preciosidad, no estaba yo en un punto de enamoramiento, sino de divertimento y atracción sexual. En dos meses no me enamoro de nadie, y no creo que tenga que pedir disculpa por eso.
Luego me contó el caso de una chica que conoció, bellísima, que tenía una historia con el típico matado de barrio marginal, donde no te llevan ni las pizzas. Ella decía que iba a ser bombero, pero la realidad es que estudiaba y se preparaba para bombero, lo que son dos cosas totalmente diferentes. Pero el muchacho tenía casa. Ella tenía su refresco y su pizza (si llegaba) y era todo lo que pedía: ¡qué más puede pedir una chica de 25 años! Salir de su casa e ir a dormir los días que haga falta a casa de su novio, bomberito en potencia, desestresándose de su vida familiar. Un lugar nuevo, donde se sentía cómoda con un chico que no sabía quién era Gabriel García Márquez pero, oye, la quería. Y tenía casa propia.
Volviendo a las treintañeras, hay que decir que es un plus no solo por tener casa y configurar un futuro: es que, además, hay sexo en un lugar cómodo. Ya no están para hacerlo en un descampado o en el asiento del coche que, hay que reconocer, es una solución de emergencia pero no debe ser una constante.
Así que, chicos, ya saben: la realidad duele pero es una ventaja conocer el porqué y así tomar ventaja. Si vives con tus padres, no tienes forma de irte ni alquilado y pasas de los treinta, no te preocupes, no tienes ningún defecto extraño ni eres mal tío. Simplemente, ellas los quieren emancipaditos, con casa propia y sin síndromes de Peter Pan. En cuanto lo tengas, comprenderás porqué ese amigo tuyo abogado, gilipollas perdido y con barriga cervercera, tiene novia y dos amigas más que lo encuentran encantador. Tiene una escritura que pone que hay una casa, en algún lugar de este ancho mundo, que le pertenece. Y en sus ratos libres se baja porno de internet (a pesar de que tiene novia, recuerda que el pobre es un gilipollas). No desesperes: todo llega, y entonces, ¡amigo! La venganza es un plato que se sirve frío… 😉
P.D.: con mi primo, divagando en Navidad, en reunión familiar, dibujando un tipo de mujer muy frecuente hoy día, con ganas de «meter caña» y motivando a aquellos que se ven un poco desesperados por la idea de no tener novia estable -que no hace falta para vivir, dicho sea de paso, con lo divertido que es tener más de una-. Por lo demás, nos pasamos todo esto por el forro de los klander. 😀
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Hombre! Tanguy. A ese lo tuvo que pescar una asiática para salir del nido, je, je.
Como ves me estoy haciendo una habitual de tu blog, cosa nada rara, porque creo que somos muchos y muchas a las que nos gusta desconectar o enriquecernos leyendo en distintos espacios más o menos personales puntos de vista distintos sobre cosas más interesantes que las noticias de la TV o el docu de la 2.
Leyendo el post, casi pierdo la fe en mis queridos treinteañeros contemporáneos, tema recurrente, sin duda, porque ellos son mi natural caballo de batalla.
El caso es que nada se apunta sobre los recelos, haberlos haylos, de muchas chicas a la hora de cruzar el umbral del piso del muchacho. Nosotras, o eso creo, nos fijamos en todos, todos los detalles y hacemos una radiografía mental y emocional del ser elegido.
Y claro, en principio, no hay nada decidido pero cuenta, y mucho, a la larga. Tampoco es algo muy consciente, pero está claro que si te sirve una copa en un vaso rayado y tal, uf, o su templo es una leonera….no pasa nada, es su life, pero esa situación lanza un mensaje sobre sí mismo. Guste o no. Lo cual no quita que si la relación cuaja, se dé la confianza necesaria para servir un licor de avellana en una taza de café, pero ese ya es otro nivel en el que las primeras impresiones ya no son clave.
Aparte de eso, si un chico no tiene un espacio propio en el que retozar a gusto, mmm, creo que una chica se echa para atrás. Es más una cuestión práctica que otra cosa. Coche y otras posesiones varias, en mi opinión, son aderezos porque el pastel es él. Sin más.
Ah, he cambiado lo de Mer por éste. Iré alternando. Así me río de myself un ratito. Saludos
Leyendo tu texto, se comparte a medias….Ella lo primero que mira es su aspecto físico, que más o menos presentable, pues cuela. Él los mismo…En todo caso, no creo que la mujer sea exactamente lo que le pide a un hombre de treinta y picos, sino madurez, y la madurez no está reñida con el complejo de piter pan…Si ella tiene piso, coche, y trabajo…..pues alegraos amigos, ya teneis un sitio donde tener sexo, será libre y consensuado, donde pasar un fin de semana, con peli alquilada, un refresco, ropa cómoda y demás, será todo un tesoro…Es machista mi visión???…o la tuya????
Salir de casa cuesta, pero que gusto da cuando nadie te quita el mando de la tele, nadie pone la música a toda pastilla, no dejan pelos en el baño y toda la ropa esparcida….jajajajajaja!!!! A vivir que son dos días!! que más dá, donde, con quien, y como…la cuestión es vivirla…y ya llegado a cumplir los treinta, eso es señal, de que no te quedaste por la carreta, que no te llevó la droga y que respiras…conclusión. Estás ViVo!!!! Pues hala…a vivir!!!!
Un saludo.
¿A medias? Será que en Cádiz no hay chicas así jajaja Porque aquí el ayuntamiento ese está planteando fumigar porque son plaga 😉
Bromas aparte, ¿mi visión es machisa? Jaja. Yo creo que las machistas son ese tipo de mujeres, porque una feminista no necesitaría eso de un hombre ni en pintura, tiene más autosuficiencia. Lo que le interesa de un hombre es que la «complete» en aspectos espirituales y de convivencia, relación plena, etc.
Si esto fue mi primo y yo en casa de mi abu el 24 por la noche, vacilando, y abrimos el blog y lo escribimos porque pensamos que debe pasar a la posteridad. Salir de casa cuesta porque hay que tener dinero para no solo pagarse la casa sino para el resto de cosas que eso implica. Me puede molar una feminista pero no una feminazi.
En cuanto a lo demás, totalmente de acuerdo: menos pensar en teorías chorras y más vivir plenamente. Procuro hacerlo y me encanta. Ahora que ando en navidad me pongo el traje de irónico sarcástico y tengo buen humor. A ver si me pasa de la cuesta de enero jjajaja. A vivir que hay tanto que hacer y tantas posturas del kamasutra sin probar jajaja (mira que me hice un curso de masaje en su momento, con título y todo, y tengo algunas ideas que proponer a la próxima paciente jajaja) 😉
Jajajajaja, tiene gracia la última parte….¿El kamasutra?…supongo que lo estarás diciendo de broma.