El sentido de élite de Apple

Si el propósito de a) la informática es organizar los datos y procesarlos para obtener unos resultados y de b) la tecnología es mejorar nuestra calidad de vida, Apple solo cumple la primera parte. Y, por añadidura, c)  no me gusta lo idea que vende, el estilo. Lo considero rayano en lo que no deberíamos permitir, ya que este tipo de tecnología de élite se limita a aplicar el viejo truco del palo y la zanahoria. ¿No tienes dinero? ¿Socialmente, no eres nadie? Tranquilo: puedes tener un I-Phone como tu jefe, Bill Gates, Mick Jagger, el Dalai Lama o Rajoy -según sea tu ídolo- y mantendrás la ilusión de que su posesión te hace, de hecho, pertenecer a la élite social.

-Yo tengo un I-Phone, ¿y tú? ¿No? No jodas, qué pena…

La informática.

Apple tiene un sistema operativo que solo funciona con sus equipos -y, por favor, absténganse los geeks de decirme que ya se puede fabricar un PC que pueda usarse con Mac, haciendo no se cuántas diabluras-. Mientras que el debate en los foros de Linux, como sucede en Ubuntu, suele centrarse en renegar de Windows y todo lo que tenga que ver con Microsoft, Apple pasa de puntillas. ¿Por qué? Porque, tan simple como esto, no es Windows, que es el símbolo del mal. Y dentro del mundo de Linux, a Apple se le suele ver con buenos ojos dado que usa un sistema operativo fiable. No son pocos los usuarios de Linux que poseen un Mac u otro artilugio de la empresa de la manzana mordida. Apple trabaja para Apple. Es exclusivo. Otra palabra que excita las neuronas del obrero de toda la vida que no llega a fin de mes pero que podría tener un I-Phone. Es un ejemplo, no me den la moralina sobre cómo está la prima de riesgo.

La tecnología.

Todo lo que se puede hacer con un Mac, todo, lo puedo hacer en mi portátil, tanto con Windows como con Ubuntu (o cualquier otra distribución de Linux). ¿Y tú, si no usas Mac, crees que no? Solo que el coste es menor y tal vez el atractivo de la pantalla, también. ¿Que es práctico Mac? No me jodas, resulta que porque necesito dos clics más para arrancar una aplicación se me cae el mundo. ¿Y hace 10 años, cuando los ordenadores iban doscientas mil veces más lentos, había colas en los pasillos de los psicólogos porque el Windows 3.1 iba lentísimo? No me hagan reír -bueno, háganme reír, que en estos tiempos unas risas van muy bien-.

Veamos: si nos gustara hacer footing y necesitáramos un reloj para cronometrarnos, ver a qué hora volvemos a casa, etc. y que no nos supusiera un drama que se rompiera en una caída, se raye, etc., tal vez elegiríamos un reloj tipo Casio. Los Casio suelen estar a 10€, pero supongamos que encontráramos otra marca con las mismas características a 5€. ¿No lo compraríamos? Total, para lo que lo íbamos a usar…

Los equipos de Apple suelen ser los más caros comparados con sus homólogos PCs. De hecho, un PC construido por nosotros mismos con el presupuesto de un Mac nos daría como resultado un PC mucho más potente que el Mac. ¿Mac tiene un buen sistema operativo? Nadie lo duda. Pero no tiene nada que no se pueda hacer en otros sistemas operativos como los ya mencionados y, además, a la mitad de precio. Es realmente estúpido, pensaríamos si usáramos el sentido común, gastar el doble para obtener el mismo rendimiento… salvo que tengamos el dinero por castigo.

El estilo.

Me dan arcadas cuando veo la publicidad de Apple y todo el misticismo que le rodea. Si han entrado a una tienda Apple -yo entré a una hace tiempo en mi ciudad; hay en casi todas, me parece, salvo en lugares como Somalia-, se habrán dado cuenta de ese matiz religioso que afecta no solo al diseño sino, por contaminación, a los fieles de la marca. El tono blanco predominante, los Mac en atriles, los arcos… No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que Apple no se diferencia de Adidas o Samsung. Identifican una sensación -un estatus- a sus productos. No son un portátil, ni un teléfono. Son Apple. ¿Qué quiere decir esto? Respóndanse ustedes mismos. Si encuentran una respuesta, hágamenla saber en un comentario.

Apple ha conseguido ser asociado a lo que Audi es para Volkswagen: es la gama alta. La gama alta significa que si tienes un I-Phone, eres guay –o cool-. ¡Pero es que es muy útil!, podrían argumentar. Sobre este aspecto de lo útil tengo una teoría basada en mi experiencia como usuario.

La mayoría del software que tiene instalado un Apple es tan inútil como el que tengo en mi portátil. Es inútil porque si no se usa, por definición, carece de utilidad. ¿Cuántas aplicaciones «muertas» tienen en sus dispositivos? Por ejemplo, es asombrosa la cantidad de personas que buscan Office para descargárselo -solo hay que visitar foros o lugares como el extinto Megaupload-. No quieren la versión corriente, ni el Word en concreto. Quieren la Pro, la Pro Extended o la Pro Extended Chachipiruli. O son todos altos ejecutivos o secretarias ejecutivas con necesidades organizativas exageradas -es decir: no saben escribir en folios, como todo el mundo-, o es producto del: «ya que lo puedo conseguir, quiero el mejor». Esta misma obsesión por obtener «lo mejor», aunque a menudo no se use, es la estratagema de Apple para diferenciar sus productos de la competencia. No es un teléfono: es un I-Phone. No es una tableta: es un I-Pad. No cabe en el bolsillo, y en el televisior se ve más cómodo una película, pero qué carajo: ¡ahora que me lo compré, la veo aquí, tumbado en la cama, y a la cervicalgia que le den!

Observando a mis amigos usuarios del I-Phone, me he percatado de que tienden a almacenar juegos y aplicaciones porque son gratuitas, o porque las pueden conseguir. Empiezan a deslizar el dedo por la pantalla y aparecen 40-50-60… aplicaciones. Es imposible que las usen todas, o que las necesiten todas durante su actividad diaria: el Wassup, el correo, alguna pijada útil tipo Evernotes, un par de juegos y listo.

Sucede lo ismo con el software para PCs. Por ejemplo, con el Office. ¿Cuántas personas de nuestro entorno, o nosotros mismos, usamos las 6 o 7 aplicaciones de Office en sus versiones más completas? ¿En serio usan hojas de cálculo y bases de datos en su vida diaria? Tengo que decir que, a título particular, la hoja de cálculo y el procesador de textos lo uso, pero el resto está muerto de la risa.

La otra peculiaridad es que, al pasarse tantas horas con el juguete -sea I-Phone, I-Pad, Mac Book, etc.-, llega un momento en que se aburren. Ese aburrimiento suele venir acompañado de lo que denomino la fiebre del oro del usuario de tecnología. Consiste en que, aburridos, buscan diversión: se instalan programas a ver qué hacen, se buscan juegos nuevos, se pasan horas en Google intentando buscar el parche para piratearlo… Indefectiblemente, un usuario de I-Pad o I-Phone acabará instalando programas por la simple probabilidad de que puede hacerlo, así como un usuario de un Kindle se descargará las obras completas de Dostoievski si estuvieran disponibles. Las dejará almacenadas mientras se descarga la última novela de Houellebecq o Murakami, que es lo que realmente se va a leer. Una hora después encontrará todas las tragedias de Shakespeare y hará lo mismo. ¿Por qué? Porque puede y porque se aburre y le fastidia no poder seguir usando su juguetito. Porque su juguetito es Apple, y lo tiene que usar. Es útil. Es Apple.

Así que, volviendo a la manzana mordida, toda esta parafernalia elitista que representa la compañía en su estudiadísima publicidad, en estos tiempos de crisis -que a nadie se le pase que el I-Phone es un aparato para hablar, no para descubrir la pólvora, y que vale 200 y pico veces más que mi móvil Nokia del que, les va a entrar la risa, uso la agenda y va el jodío y me avisa el día que pongo la nota de alarma, ¡será atrevido!-, me recuerda a los reportajes donde los ricos van a comprar champán con oro y joyas exclusivas de 300.000 euros porque pueden comprarlo y se aburren de tener tanto dinero. Si no lo usaran, ¿qué harían con sus vidas? ¿Escribir una novela? No me jodas, lo que me faltaba, tener que competir con el que se puede permitir pagarse una tirada de 20.000 ejemplares escrita por un equipo de negros -me refiero a los escritores que se contratan para escribir en nombre de otros- y con una bella portada diseñada por Damien Hirst.

Lo que no entiendo es que, dado el desperdicio de dinero, sabiendo que puedes obtener el mismo rendimiento con otro modelo de tecnología más barato, y que Apple es un producto  asociado a la pertenencia a una élite social, como lo puede ser Gucci o Armani en el de la moda, no llaman pijos a los que usan estos productos de Apple. ¡Ay, como pille a uno del 15M con un pu… I-Phone! 😀

De lo que sí me he percatado es del triángulo equilátero que forman los creyentes de una religión, los fans de la moda más radicales y otros radicales que defienden a Apple, pero eso es porque soy mu, pero múuuuuu (vaca) inteligente.

Como los religiosos o los radicales de la moda, lo único que hacen estos seguidores fieles de productos Apple es buscar una justificación para ellos mismos, bajo los argumentos -que acabo de destrozar- de utilidad, diseño -el diseño es algo prescindible porque lo estético no lo es en la vida práctica, o te has comido alguna vez un sándwich de estética con jamón- y de mejora de la calidad de vida. A qué esperan para llamarlos pijos de mierda -¡uy, perdón;, quiero decir, obsesionados por las apariencias-. 😀

Lo sé, puedo escrutarlos y darme cuenta: miran a sus juguetitos con el mismo amor que, a mediados de los 90, aquellos desquiciados mimaban a su Tamagotchis. Y, con la misma resolución, podrían volverse indeseables si se sienten agredidos. Ya se sabe: una agresión física es desagradable pero, a menudo, quien siente una agresión a sus ideales puede revolverse como un jabalí frente a una manada de lobos.

Ya ven, es viernes 13, y yo haciendo amigos. 😀

Imagen: http://prince.org/msg/100/284517?pr.

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Sobre el Autor

Julio

La idea de este blog nació de la pasión por escribir y compartir con otros mis ideas. Me interesa la escritura creativa y la literatura en general, pero también la web 2.0, la educación, la sexualidad... Mi intención, en definitiva, es dar rienda suelta a mis pasiones y conocer las de otros; las tuyas. ¡Un saludo!

9 Comentarios

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  • Otro que no duerme. Bien. (Puf..)

    De acuerdo contigo. No me gusta Apple porque parece una secta. Pero si al menos sus integrantes fueran tan chupimegaguays como pretende serlo Apple…

    «¡Ay, como pille a uno del 15M con un pu… I-Phone! »
    Espero que sea ironía. Porque los hay a patadas.

    De todas formas, reconozco que a veces siento aversión y atracción a partes iguales por la manzanita. Todo tan impoluto, tan… blanco, tan elegante y tan fino… uf, tan exquisito y tan repulsivo a la vez.

    En fin, buenas noches.

    • Yo duermo como un niño chico y soy igual de bueno. Lo del 15M es ironía. El 15M es una gran ironía en sí misma. Lo que uno no puede tener, lo quiere. Besotes y buenas noches. 😀

  • Acabo de jubilar mi Iphone. Se fastidio el boton home y ni he pensado reparalo. Lo he cambiado por un Philips w513, un telefono normal. Lo cargo una vez cada 4 semanas, mando mensajes, saco muy de vez en cuando alguna foto, uso el player y no tengo que pasar por el itunes. Con el tiempo me di cuenta que esas son las funciones que necesitaba. Tambien influyo que no podia entender como un telefono de 600 euros en su dia no es valido ya en 3 años, y que si no te compras el nuevo modelo por ese precio no eres cool. He vuelto a la prehistoria, pero me he dado cuenta que el telefono que tengo se adapta a mis necesidades, llamar, escuchar musica facilmente y olvidarte de cargarlo. Y estoy feliz.

    • Es que encima eso, Jander, que pasado 3 años o te compras otro -y otros 600€-… En fin, mi Nokia también cumple todas mis funciones. Salvo si se vive para el móvil, pero yo no tengo tanto tiempo para el móvil porque lo invierto en otras cosas. Abrazos. 😀

  • Pues Julio, lamento decirte que conozco a «perroflautas» que tienen todo i: ipad, iphone, ipod y por supuesto el macbook. Que conste que las dos cosas que tengo de apple me las regalaron: el portátil (curiosamente tú hablas de las bases de datos que yo sí utilizo y justamente la base de datos que yo sé utilizar – Access- no es compatible con OXS huahuahuahuaaaa) y un ipod suflé (ojojojo qué graciosa soy). El resto, sinceramente me da igual, eso sí, los que me miran mal tanto por ser una cosa -pija-como por ser la otra – chusma-, que sinceramente es algo que no me preocupa, les mando a la mierda por ser unos tan snobs como los otros. Una persona que te mira, como digo yo «chungo» por lo que tienes y por cómo vistes y no por como eres, sinceramente que se vaya con sus amigos y familia, que a mi lado no lo quiero. Lo que no entiendo del todo es porque las personas, que se supone que se dedican a la programación y que entienden más de informática que yo del cine de win wenders, le dijesen a la persona que me regaló el mac que era una pasada, que iba a tener una herramienta genial, que no sé qué, que si por ese precio (estaba muy barato por estar en exposición en una tienda) no encontraría nada mejor, que patatín y patatán, hoy -3 años después- le digan excatamente todo lo contrario… en fin, yo no he tenido problemas en estos años y espero seguir así como me pasó con el portátil (yo soy de portátiles) IBM que me compró mi padre en el 2000 de segunda mano con un Windows de no sé qué año (no era el XP) y que me duró hasta 2007 y que tras una puesta a punto genial y ampliación de memoria sigue dando sus frutos en el trabajo-hobbie de mi padre como asistente de un accer que le regalamos hace dos años. Muy sinceramente, con todo mi cariño, Lucía. (PD: dime que ya me echabas de menos :P)

    • No lo lamentes. Y ¡todavía dudas si te he echado de menos! Mucho mucho, como la trucha al trucho. Claro que si yo tuviera una foto de un primer plano de los bolsillos de tus vaqueros -puestos-, ya aseguraríamos la memoria, que me hago mayor. 👿 ¡¡¡Besotes!!! 😀

  • ¡Hola colega!

    Va tocando dar un repaso a algunos articulos que dejé en la cesta.

    Vamos a ver Julio, no me llames rompedor de sueños y luego hagas lo mismo con el sectarismo que no es de tu alineación… y con esto digo todo y digo nada: TODOS necesitamos un puto amo, ¿sabes cuál es el tuyo? 😛

    No hay más que ver a Terry Gillian dar vueltas y vueltas sobre los fantasmas que recorren su cabeza en The Zero Theorem; simplemente apesta. No puedo seguir defendiendo el cine independiente o europeo sin dar cuenta de las diferencias entre elegante, bonito y mediocre. El estilo lo es todo, ¿dónde quieres estar?

    ¡Un saludo!

    • ¡Hola! Jaja, claro, a repasar. Mi puto amo… estoy en ello, creo que son unos cuantos. 😉 Pero sigo pensando lo mismo de Apple. A fin de cuentas, lo único que han hecho es copiar (de Xerox, Windows…) y luego protegerlo rápido para que nadie les copie. A eso no le veo mérito: se lo veo a su márketing. Un abrazo.

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