La narrativa del sexo
Hay una persona que dice ser alguien antes de llevártela a la cama. En mi caso, una mujer posee su propia historia preeliminar. Esa historia posee los sentimientos que dice tener, los gestos que parece hacer, los actos que parece cometer.
Es precisamente todo eso lo que me da el poder absoluto sobre ellas. Me da acceso a su esencia desenfrenada y cruda. Y con este acceso, el poder absoluto. La desnudez de la carne junto a la de su espíritu. Porque para tener sexo conmigo deben estar totalmente desarmadas.
Las diseccionaré.
Las conoceré.
Las enseñaré.
Practicaré y estudiaré hasta que, como una flauta, las taña al soplarlas: jugaré.
Si eso implica perversidad, iremos hasta donde ella quiera. Y la ajustaré a su medida.
Si el sexo es poder, conmigo obtienen la ausencia del poder. El sexo para mí es una exploración del sentido del yo y no un esfuerzo romántico o incluso apasionado; a través del sexo encuentro lo que la otra persona realmente es y cómo se sienten realmente acerca de sí mismas y del mundo.
¡Buenas noches Julio! Soy Alejandra, la hija de Fernando el amigo de Mario, la de Acicalando Letras 😛 He leído un par de entradas y me gusta mucho tu estilo. Esta entrada en especial me ha encantado! Te seguiré leyendo más a menudo!! Seguro que aprendo mucho de tus palabras!! 🙂 un abrazo!!
¡Hola! Pues genial, vaya, justo te leíste este jaja. Me alegro que te guste, no escribo tan a menudo en el blog como debería por trabajo y esas cosas, pero algo haremos.
Yo también te seguiré seguro y te mando un súper saludo. Hay mucha calidad en tu escritura y solo hay que seguir metiéndole horas. ¡¡Otro abrazo de vuelta!! =)