No existe Japón ni los japoneses
Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad.
Si las viese así, dejaría de ser un artista. Tomemos un ejemplo de nuestros días. Sé que le gustan a usted los objetos japoneses. Pero ¿se imagina acaso, mi querido amigo, que han existido nunca japoneses tales como ese arte los representa? Si lo cree usted, es que no ha comprendido nunca nada del arte japonés.
Los japoneses son la creación reflexiva y consciente de ciertos artistas. Examine usted un cuadro de Hokusai, o de Hokkei, o de algún otro pintor de ese país, y después de una dama o un caballero japoneses reales, y verá usted cómo no hay el menor parecido entre ellos. Las gentes que viven en el Japón no se diferencian de los ingleses, en general. Es decir, son de una gran vulgaridad y no tiene nada de curioso o extraordinario.
Por lo demás, todo Japón es una pura invención. No existe semejante país ni tales habitantes. Recientemente, uno de nuestros pintores más exquisitos fue al país de los crisantemos con la esperanza insensata de ver allí japoneses.
Todo lo que vio y tuvo ocasión de pintar fueron farolillos y abanicos.
La decadencia de la mentira (1891), Oscar Wilde.
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jajajaja ¡Este Oscar Wilde era un fenómeno! Existe mucha fantasía en nuestra representación del mundo. Menos mal. Saludos.
¡Fran! Un abrazo hombre, qué tiempos que no te veía. Me paso por tu blog en un rato. Bueno, sí, este Wilde es la leche. El artista es un gran mentiroso y lo que cuenta parece verdad pero luego es su realidad que nos hace creer nuestra también. Este pasaje es muy divertido. 😀
Si, es mucho Wilde. La concepción de la mentira es compleja, yo todavía no lo tengo claro. Yo pienso que la realidad siempre va acompañada de la mentira, son inseparables.
Buen artículo Julio como siempre.
Abrazos 😀 😉
¡Gracias! Ah, y enhorabuena, creo que has salido al menos en dos categorías en los premios de Poesía+Letras. Como la vida misma, inseparable la mentira y la verdad. ¡Besote! 😀
Gracias Julio!!
Un abrazo. 😉
¡Está genial ese fragmento! Y pensar en lo escandalosas que resultaban las ideas de Wilde en su tiempo al intentar derribar más de un mito.
Puede uno estar o no de acuerdo con la crítica al arte de su tiempo, pero es un pequeño libro de un contenido delicioso y provocar.
Un beso, Adorado!
Es un provocador pero luego bajo esa máscara también elige esa forma para expresar sus ideas, lo que lo hace divertido e interesante, creo. Un abrazote. 😀
Genial post¡,
Una invitaciòn a nuestra imaginaciòn, Julio, citas a Wilde, pero no puedo evitar, dada mi lusofilia, invocar a mi adorado Fernando Pessoa, que «viene que ni pintao», como dirìan en Andalucìa.
Un abrazo desde Madrid a Canarias por la vìa màs ràpida
Irenemar- Looneytunes
FERNANDO PESSOA
EL POETA ES UN FINGIDOR
El poeta es un fingidor que finge constantemente,
que hasta finge que es dolor, el dolor que en verdad siente.
Y, en el dolor que han leído, a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido, sino sólo el que no tiene.
Y así en la vida se mete, distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete que se llama el corazón.
Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego…
Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece…
No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente…
58 El poeta es un fingidor
***
Es suave el día, suave el viento.
Es suave el sol y suave el cielo.
¡Que fuera así mi pensamiento!
¡Ser yo tan suave es lo que anhelo!
Pero entre mí y las suaves glorias
del cielo y del aire sin mí
hay muchos sueños y memorias…
¡Lo que yo quiero es ser así!
Ah, el mundo es lo que a él traemos,
todo existió porque existí,
hay porque vemos.
¡Y hay mundo porque yo lo vi!
¡Te has pasado por el blog! Mira, ya hasta digo blog, si es que es inevitable que se añada al diccionario de la RAE pronto. Bueno, que Pessoa era el hombre de las 3 caras (o eran 4, contándose a el mismo, jaja, no recuerdo). Bueno, dicen que el bueno es Ricardo Reis, pero dependerá del crítico y el lector. Es un escritor complejo, hay que tener mucho recorrido para leerlo y entenderlo. Intenté leer su Libro del desasosiego, por favor, es un libro que te requiere una concentración tremenda. Hay que ser muy bueno para escribir así. ¡Un abrazo! 😀