Archivoagosto 2009

1
La publicidad: el enemigo en casa
2
De 2009 a 1513
3
¿Traidores a Facebook?
4
Internet mató a la estrella de Internet
5
Lamento del bloguero despechado

La publicidad: el enemigo en casa

La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes. En inglés se conoce con el nombre de subvertising, resultado de la fusión de las palabras subvert (subvertir) y advertising (publicidad). De este juego de palabras se entiende que la contrapublicidad consiste en subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad.[…]

Sigue leyendo

De 2009 a 1513

Los siglos se suceden a ritmo vertiginoso. Apenas echamos un vistazo al pasado porque creemos que no nos vemos reflejado en él. ¿Qué semejanza puede haber entre los hombres de hace cuatro o cinco siglos y yo? Lo que no sabemos, como ellos, que sabían de todas las ciencias, podemos averiguarlo; y acaso pensamos que es lo mismo poder averiguarlo[…]

Sigue leyendo

¿Traidores a Facebook?

Facebook no podía inspirar la lealtad para siempre. Una persona cierra su cuenta porque no le gustaba que se entrometieran en su vida. Otra temía a los acosadores . Una tercera desapareció sin decir una palabra. El éxodo de personas abandonando Facebook no es evidente en las cifras globales del sitio. Según comScore, Facebook atrajo a 87,7 millones de visitantes[…]

Sigue leyendo

Internet mató a la estrella de Internet

A finales de los años noventa, Josh Harris fue un pionero en Sillicon Alley. Ganó millones de dólares con su primera empresa en Internet, y lo gastó en legendarias fiestas del Soho, negocios y experimentos sociales. Sus experimentos: instalar videocámaras para mostrar todo lo que él y su novia hacían, visitas al baño incluídas; atraer cien personas para vivir en[…]

Sigue leyendo

Lamento del bloguero despechado

¡Hola! ¡Qué alegría verte! Hace tanto tiempo que no sabía de ti… Para ser sincero, sí que te he visto en mi deambular peregrino, pero te veía enfrascado en otros asuntos y no quería molestarte… ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas?  ¡Me alegro tanto! ¿Yo, dices? A mí me va bien… aunque te echo de menos. Sí, no te rías.[…]

Sigue leyendo

Copyright ©  La ciudad creativa